miércoles, 3 de septiembre de 2008

REMINISCENCIA



El círculo obsceno, la caverna y la mirada del perro fiel,
el poema no escrito,
lo espectacular de la belleza y lo inalcanzable
jamás son fruto de una idealización.

Todo existe por si solo.
Siendo (negando toda corrupción).


Hija del lugar que no ocupan los nombres propios
esos ojos atentos hacia la multitud de voces.

Todo lo que renueva es carga furtiva, peligro y esencia del peligro que tienta.


La presencia no descubierta, el invento no registrado
jamás deberían perecer en un intento suspiro...

Pues que no sean lo que serían,
aún sin nadie que convoque la apariencia de la locura,
sin lluvia que lave los signos antiguos y castrados
lograría que la tristeza afecte el cuerpo, nuestro cuerpo, figura del exilio.


Sería mejor que me convirtieras en un visionario...

en alguna otra señal altiva
en el grito señalado por el viento tormenta
en misterios sagrados que se renuevan
en la canción memorable de una futura desdicha.


Cuando hablas se convierte el vacío en un relato de prófugo

soy hijo dinastía del roce más secreto
un placer carcelario de lince
viendo tu resplandor ingrávido
tengo un recuerdo.


Imágen: "El mirar ciego" de Wifredo Lam - 1970
Óleo sobre tela. Colección particular. Milán. Italia.


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