lunes, 11 de agosto de 2008

LAS ENCRUCIJADAS PLACENTERAS: un comienzo



Existen ciertos momentos de maravilla que generalmente coinciden con un hallazgo particular, instantes donde el azar es abolido y reconocemos en el extracto murmullo de la inmediatez, que todo tiempo es uno y que el sentido (de la existencia), es alcanzado en un soplo.
Este tipo de en encuentro orada nuestro interior en una conjugación de maneras inquietantes: la sencilla sonrisa sin espejo (una sonrisa interior, un guiño) o cualquier sentimiento exaltado, pasando por los distintos grados del placer o la angustia.

Pienso que estos sentimientos (encontrados) son lo más cercano a lo poético que la naturaleza nos brinda dentro del contexto de lo habitual, de la rutina en la gran ciudad: la manifestación de lo dado atravesado por el lenguaje, diluyente del mundo, y aproximación de los ciclos hacia los signos; desde ellos y hacia ellos mismos como guías en la penumbra de la verdad; realidad transeúnte de una erotización del tiempo y de las cosas, aveces tan cercana pero aún difícil de reconocer en el segundo exacto en que el ser es alcanzado por el contacto con estos solventes especiales.

Los surrealistas, con André Breton a la cabeza, llamaron "azar objetivo" a este tipo de encuentro maravilloso. Ellos lo usaron para reconocerse en el mundo, para encontrar su deseo reflejado en la vida y así caminar hacia objetivos reconocibles, para encontrarse al final del camino siempre alertas, cazadores.

Al fin uno ve donde quiere ver.


Hoy, con mucha felicidad, "descubrí" el Blog de mi hermana Johanna, una de mis hermanas menores y la más joven de las dos.

Yo no sabía que tenía uno, y así como tantos otros misterios que hay entre nosotros aunque seamos hermanos, ella tenía reservada esta "virtualidad".
Y es así, las redes crecen y se agotan en un punto, siempre un comienzo o un fin (siempre un comienzo).

Este comienzo fue feliz,
inquietante poesía viva, que respira.
Poesía que nunca había leído aunque sabía que te pertenecía, que ya la tenías...

Así en el exceso de tu lenguaje y tus fotos encuentro sentidos múltiples, hallazgos a la vera del camino, luego de haber viajado puedo sentir que aún me sorprendo.


Quería agradecerte, hermana mía, Johy, por las palabras, por el extravío.
Quería darte la bienvenida, aunque ya estabas ahí.
Siempre es bueno decir y nunca es tarde...


El objetivo del viaje es estar en él
moverse
caminar.

2 comentarios:

migajas.obsesivas dijo...

siempre es bueno decir, y nunca es tarde,
aunque las cosas obvias son menos obvias por esto.
Todavía es una hermosa encrucijada este camino. Descubrimientos. Hermanos!

Anónimo dijo...

se me nublan los ojos, me emociona el encuentro, casi tanto como cuando un hilo corta la tela..